El momento en que mi amigo Kevin decidió realizar una “limpieza intestinal definitiva” fue cuando me di cuenta de que la mayoría de las personas están confundidas acerca de la salud intestinal. Me llamó a las 7 a. m. y me informó con orgullo que acababa de beber una botella de kombucha y dos tazones de yogur natural. “Mi estómago se siente raro, pero muy raro”, dijo. Al día siguiente, buscó en Google "mejores prebióticos" y pidió un bote gigante de fibra en polvo. “¿Es así como me vuelvo invencible?” él envió un mensaje de texto.
El viaje intestinal de Kevin me enseñó algo: la mayoría de la gente piensa que los prebióticos y los probióticos son lo mismo o, peor aún, no tienen idea de que ambos importan.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre prebióticos y probióticos y por qué debería importarle? Profundicemos.
¿Qué son los probióticos?
Los probióticos son microorganismos vivos, principalmente bacterias, que viven en el tracto digestivo y ofrecen beneficios para la salud cuando se consumen en las cantidades adecuadas. A menudo se les llama bacterias “buenas” o “amigables” porque ayudan a equilibrar la microbiota intestinal, respaldan la función inmune e incluso influyen en el estado de ánimo.
Encontrarás probióticos en:
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Yogur y kéfir
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Alimentos fermentados como kimchi, chucrut, miso
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Suplementos
La palabra clave aquí es vivir. Los probióticos deben estar vivos para hacer su trabajo, lo que significa que importa cómo se almacenan y consumen. El calentamiento, por ejemplo, puede matarlos.
¿Qué son los prebióticos?
Los prebióticos, por el contrario, no son bacterias. Son tipos de fibra que su cuerpo no puede digerir, pero sus bacterias intestinales sí. Piense en ellos como fertilizante para las bacterias buenas que ya se encuentran en su sistema digestivo.
Las fuentes prebióticas comunes incluyen:
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raíz de achicoria
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Ajo y cebolla
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Plátanos (especialmente los verdes)
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avena y cebada
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Polvos prebióticos como Nordic Flora Polvo prebiótico
Estas fibras pasan a través del intestino delgado sin digerir y llegan al colon, donde las bacterias beneficiosas se alimentan de ellas y florecen.
Por qué los prebióticos y los probióticos son un equipo
Imagínese plantar flores (probióticos) en un jardín. Sin agua ni luz solar (prebióticos), se marchitan. De manera similar, tomar probióticos sin darles prebióticos es como contratar a un entrenador personal y luego comer comida rápida en cada comida. Necesita ambos para crear un microbioma intestinal próspero y equilibrado.
Los estudios muestran que la combinación de ambos (una estrategia llamada “sinbióticos”) puede mejorar la salud digestiva, favorecer la absorción de nutrientes, reducir la inflamación e incluso mejorar la salud mental.
Salud intestinal y bienestar de todo el cuerpo
¿Por qué deberías preocuparte por tu instinto?
Porque no se trata sólo de digestión. Su microbioma intestinal desempeña un papel en:
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Inmunidad: El 70% de sus células inmunes residen en su intestino.
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Estado de ánimo y salud cerebral: El eje intestino-cerebro vincula la salud del microbioma con la producción de serotonina y la regulación del estrés.
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Control de peso: Un microbioma equilibrado influye en el metabolismo y el almacenamiento de grasa.
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Salud de la piel: La inflamación provocada por un intestino desequilibrado puede provocar acné, eccema y otras afecciones de la piel.
Al alimentar a su intestino con lo que necesita, respalda todo su sistema, desde la cabeza hasta los pies.
¿Debería tomar un suplemento?
Lo ideal es que una dieta diversa, rica en fibra y alimentos fermentados, proporcione tanto prebióticos como probióticos. Pero la vida no siempre es ideal. Introduzca los suplementos.
Por ejemplo, Nordic Flora Polvo prebiótico es una manera fácil de agregar fibra prebiótica a su rutina. No tiene sabor, se disuelve bien y apoya el intestino sin la hinchazón que a menudo causan otras fibras.
Cuando compre probióticos, busque:
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Cepas como Lactobacillus y Bifidobacterium
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UFC (Unidades formadoras de colonias) en miles de millones
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Cápsulas o polvos de liberación retardada que sobreviven al ácido del estómago.
Cómo agregar ambos a su dieta
Comience poco a poco para evitar gases o hinchazón, luego aumente gradualmente.
Ejemplo de rutina diaria de salud intestinal:
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Mañana: una cucharada de polvo prebiótico en tu batido
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Almuerzo: Ensalada de cebolla cruda o espárragos.
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Cena: Una ración de kimchi o sopa de miso.
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Merienda: Una taza de yogur con plátano.
Mezcle y combine según lo que le guste a su cuerpo y recuerde, la consistencia es la clave.
Conceptos erróneos comunes
Mito 1: Los probióticos colonizan permanentemente tu intestino.
Verdad: la mayoría pasa por su sistema y debe reponerse periódicamente.
Mito 2: Sólo necesitas uno u otro.
Verdad: sin prebióticos, los probióticos no prosperan. Sin probióticos, los prebióticos no cumplen su función.
Mito 3: Toda la fibra es prebiótica.
Verdad: Sólo fibras específicas, como la inulina, FOS y GOS, se consideran prebióticas.
Alimenta tu intestino, alimenta tu vida
Su intestino es más que un simple procesador de alimentos: es un ecosistema próspero que impacta su salud de innumerables maneras. Darle la combinación adecuada de prebióticos y probióticos no sólo es inteligente: es esencial.
Ya sea que sea como Kevin, que se sumerge en la salud intestinal con yogur y fibra en polvo, o simplemente esté comenzando su viaje de bienestar, comprender la diferencia entre prebióticos y probióticos es el primer paso para estar más saludable.
